Nearshoring, commodities y la explotación de recursos naturales en Latinoamérica
Ing. Camila Maldonado
Ingeniera Ambiental graduada de la Universidad de Cuenca.
| Actualizado: 16/12/23
Luego de la pandemia de COVID 19 la reactivación económica mundial reanudó de forma inmediata y se podría decir, con un mayor impulso. Las principales potencias como Estados Unidos, China, Rusia entre otros han levantado nuevas metas económicas. Todo esto ha traído consecuencias y nuevas estrategias, tanto para países desarrollados y en vías de desarrollo. Pero ¿Cuáles son estos modelos económicos?
Un ejemplo de esto es México, en donde se mencionan algunos de los beneficios del nearshoring, como la llegada de empresas extranjeras, la creación de empleos y el suministro de servicios básicos, transporte público y más. En México hay empresas estadounidenses que se establecen con operaciones de ensamblaje en la industria automotriz, con el objetivo de acceder a costos convenientes y exportar hacia Estados Unidos.
Un caso particular de commodities es el aumento en el precio del petróleo, que afecta la capacidad de compra de los hogares, los ingresos fiscales y, por lo tanto, la tributación y el gasto público de los gobiernos. El principal commodity es el petróleo, utilizado para la producción de una amplia gama de productos industriales, se lo disputa en la bolsa de valores y, la variación de sus precios, tiene impacto sobre las tasas de cambio y el crecimiento económico de países productores y consumidores.
¿Cuáles son las consecuencias del nearshoring y los commodities para Latinoamérica?
La periodista Cristina Jiménez Orgaz expone que “Latinoamérica está en riesgo de repetir la película del extractivismo de sus minerales a cambio de unas pocas monedas”. El triángulo de litio que se encuentra en Argentina, Bolivia y Chile está en la mira de inversionistas y gobiernos a nivel mundial. Este mineral se encuentra en auge al usarse en baterías de autos eléctricos. Según la BBC, el precio y lo barato que es extraerlo en la región por el bajo coste de la mano de obra, la baja fiscalización para las empresas y la flexibilidad en leyes ambientales, han causado que compañías de Estados Unidos, Australia, Canadá o Corea del Sur ya se encuentran en los salares latinoamericanos.
Estos modelos de desarrollo basados en la explotación y exportación de materias primas, sin valor agregado, tiene consecuencias en la política y la sociedad, pero también en los ecosistemas y las personas que viven alrededor.
La paradoja está en que el litio se extrae en nombre de un futuro más verde para dejar atrás el uso de combustibles fósiles, evidencia que el derecho al medio ambiente puede darse en el norte, pero en el hemisferio sur es sacrificable.
En Chile existen estudios sobre el impacto negativo en la fauna y se expone que existirán consecuencias más fuertes a medida que las empresas lleguen, que es lo que va a suceder en los próximos años. Se debe poner en una balanza el beneficio económico del país y las consecuencias de la explotación de estos recursos.
Argentina, Bolivia y Chile han buscado la forma de gestionar este recurso. Bolivia ha intentado elaborar una estrategia de nacionalización, en Argentina las provincias y los estados federales se disputan entre sí la llegada de empresas ofreciendo mejores beneficios y facilidades, y Chile empezó con una etapa privatista y hoy en día está tratando de crear una empresa estatal.
¿Quiénes controlan este negocio en América Latina?
Principalmente los capitales extranjeros y sus empresas. Existen comunidades que se rehúsan a la llegada y otras que lo aceptan a cambio de beneficios como la construcción de caminos, escuelas o la creación de puestos de trabajo. Esto muestra la debilidad de los Estados para responder a las necesidades de las comunidades más vulnerables, por lo que estas empresas vienen a responder a eso y a llenar este vacío.
Nearshoring y commodities en Ecuador
En Ecuador, los principales commodities son el banano y el petróleo. Según un estudio realizado por Perez & Villaroel (2022) la pobreza y la indigencia mantienen una relación a largo plazo con los precios de los commodities; la indigencia registra una dependencia a los precios del petróleo, mientras que la pobreza a los precios del banano.
El neoextractivismo acentúa los tintes políticos de la extracción de recursos. Pues se nota que en el caso de América Latina se habla del neoextractivismo como un modelo de desarrollo específico, a través del cual los políticos tratan de emplear cada vez más las rentas de la exportación de bienes primarios para potenciar el desarrollo y la participación social. Sin embargo, en el ámbito de políticas económicas se encuentra más su utilización para explotar de territorios nuevos o protegidos, que en su utilidad para el desarrollo.
Según los mismos autores, los precios de los commodities están condicionados por factores de oferta y demanda estadounidense, y por ende, al tipo de cambio del dólar, al menos en el largo plazo; a corto plazo, se relacionan con el crecimiento económico de los países en vías de desarrollo y desarrollados, la variación del tipo de cambio del dólar, y las políticas monetarias de Estados Unidos. También hay que notar que los commodities se cotizan en dólares en el mercado mundial, debido a la gran influencia estadounidense en el mercado, y al alto alcance de su moneda.
¿Qué queda por hacer?
La explotación de los recursos naturales es inevitable, sin embargo, esta debe ser realizada con estudios técnicos a nivel social, ambiental y económico, en donde el costo beneficio de extraerlos sea principalmente para el país de donde se obtiene. A su vez, la creación de infraestructuras industriales es indispensables para la creación de productos de valor agregado, con ello el dinero generado por la venta y exportación de estos productos son generados en el país de donde se obtienen los recursos naturales.
Asimismo, es necesario avanzar con otros sectores económicos, como el sector turístico y educativo para un cambio estructural.
El capital humano y la educación son fundamentales para un cambio social a largo plazo.