Microplásticos en la sangre.


Sr. Nixon Arias

Estudiante de Ingeniería Ambiental en la Universidad de Cuenca.

Actualizado: 29/09/24

Durante las últimas décadas el plástico y sus diferentes subtipos se han convertido en uno los elementos con más presencia en nuestra vida cotidiana, y no es para más que al ser un material bastante versátil, se hayan destinado diferentes usos para el mismo; tales como fundas, muebles, utensilios, revestimiento, entre muchos otros.

El principal problema de este material en específico es su tiempo de degradación, ya que es de aproximadamente 1000 años en el ambiente para los materiales de PET (tereftalato de polietileno), además de que a medida que transcurren los años, dicho material pasa por un proceso de fragmentación, resultando  en micropartículas cada vez más pequeñas, lo cual quiere decir que, desde su creación en 1907 hasta la actualidad, algunos materiales de plástico seguramente continúan rondando en algún lugar del mundo en forma de micropartículas.

Consecuentemente, con el aumento de la densidad poblacional y una fuerte demanda de productos básicos, hemos llegado a un punto de sobresaturación del plástico; siendo una clara evidencia los recientes avistamientos del mismo en los lugares más recónditos del planeta, desde el monte Everest hasta la fosa de las Marianas.

«Un estudio llevado a cabo por la Universidad Libre de Ámsterdam presentado en la revista científica Environment International ha expuesto la gravedad de esta problemática de acumulación de plástico, encontrando la presencia de micropartículas de este polímero en el torrente sanguíneo de un cierto número de pacientes«

Esta en todas partes, en tinta para tatuajes, brillo para labios, pasta de dientes; la realidad detrás de esta fuerte problemática es que la continua fragmentación del plástico es mucho más rápida que su tiempo de degradación, lo cual resulta en proceso de acumulación de pequeñas partículas en nuestro espacio físico, que ya no solo se encuentra afectando gravemente el plano medioambiental, si no que ha escaldo a otro ámbito público de suma importancia, como lo es uno de los objetivos de desarrollo sostenible:

La salud y bienestar humano.

En este estudio, los investigadores (Heather A.Lesliea, Martín JM van Velzena, Sicco H. Brandsmaa, A. Dick Vethaaka,b, Juan J. García-VallejoC, Marja H. Lamoree), seleccionaron 22 voluntarios donantes de sangre con el fin de determinar la presencia de los polímeros diferentes mediante la aplicación de un muestreo robusto y sensible, y un método analítico con pirólisis de doble disparo: cromatografía de gases/espectrometría de masas; para medir partículas de plástico mayores o iguales a 700 nm.

De esta manera se identificaron y cuantificaron por primera vez en la sangre cuatro polímeros de alto nivel de producción (tereftalato de polietileno, el polietileno, los polímeros de estireno, polipropileno, polimetilmetacrilato); demostrando así, que el 77% de los donantes (n = 17 de 22) portaban una concentración considerable de este elemento en las muestras de sangre.

Adicionalmente, para las muestras de estos donantes con presencia significativa de micro plásticos, la media de la concentración cuantificable de partículas de plástico en la sangre fue de 1,6µg/ml, lo que es comparable a un aproximado de 324 botellas de plástico (500 ml) dentro de una piscina olímpica de 50 mx25 mx1.8 m. Dentro del estudio el PET fue el elemento con mayor presencia dentro de las muestras.

Principales vías de exposición

Es un hecho que los micro plásticos se encuentran están muy extendidos en todo el mundo, por lo que es muy evidente que cada especie presente en el medio se encuentre en peligro constante de exposición. En el caso de los seres humanos, las principales vías de exposición son la ingesta dietética, la inhalación de aire y el contacto con la piel, mientras que el uso de plásticos médicos modernos también es una vía de exposición, al igual que el sistema de reproductivo.

Fuente: Xuan Song , Lixia Du b , Ling Sima a , Dan Zou c , Xihong Qiu, 2023

Peligros en la salud

A través de las diversas rutas de exposición, los micro plásticos se acumulan y depositan en el hígado, los pulmones, los intestinos y otros órganos mediante transporte pasivo o activo y la endocitosis. Posteriormente, dichos micro plásticos ingresan al torrente sanguíneo y penetran la barrera hematotesticular o la barrera placentaria para depositarse en los testículos, los ovarios y la placenta.

Diversas investigaciones demuestran de manera concluyente que los micro plásticos pueden atravesar varias barreras mediante de la circulación corporal, dañando potencialmente las células germinales humanas, el desarrollo embrionario y la descendencia.

Por otra parte, en un estudio reciente llevado a cabo por investigadores chinos y documentado en el artículo publicado por la revista «Journal of Hazardous Materials», se efectuaron ensayos para inducir micro plásticos en un modelo de pulmón construido mediante la integración de principios de biología biomimética y microingeniería.

Los resultados revelaron que la presencia de estos contaminantes podría constituir un grave riesgo para la salud humana al causar un estrés oxidativo en las células pulmonares, y en consecuencias respuestas inflamatorias, deterioro de la función AAT (alfa-1 antitripsina), daño de la barrera alveolo-capilar para entrar en la sangre, lo que podría aumentar la potencialidad de desarrollar una enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

Bibliografía