Conservación del oso andino, especie en peligro de extinción, gracias a las acciones humanas.
Ing. María José Cabrera
Ingeniera Ambiental graduada de la Universidad de Cuenca.
Actualizado: 13/10/24
El oso andino (Tremarctos ornatus), también conocido como el oso de anteojos, es una de las especies más emblemáticas y únicas de Sudamérica. En Ecuador, su población se ha visto afectada por la pérdida de su hábitat, lo que ha llevado a que sea clasificado como una especie en peligro de extinción. Sin embargo, el país ha tomado acciones concretas para proteger a este majestuoso animal y su entorno natural, particularmente los bosques que dependen de los árboles de achupalla (Puya spp.), una especie crucial para su supervivencia.
La conservación de especies de flora como es el caso de achupalla, gracias a la acción humana se contribuye mediante esfuerzos realizados por cada individuo, organizaciones y gobierno. Desde hace una década, los scouts del Ecuador han liderado un proyecto “Sembrando Futuro”, plantando más de 916 mil plantas.
Reforestación y Conservación
El esfuerzo de reforestación liderado por los scouts ha incluido la plantación de miles de árboles y plantas nativas, creando corredores biológicos que permiten a los osos desplazarse con mayor libertad y seguridad. Además de la achupalla, se han reintroducido otras especies vegetales que ayudan a sostener el ecosistema del páramo y el bosque nuboso, fundamentales para la fauna local.
Los voluntarios, incluidos niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos, se han involucrado en actividades de reforestación anual, monitoreo de áreas recuperadas y talleres educativos sobre la importancia del oso andino. Estos talleres no solo se enfocan en la protección de esta especie, sino que también fomentan un sentido de responsabilidad hacia la naturaleza en general, generando una cultura de conservación en las comunidades aledañas.
Una Década de Resiliencia y Compromiso
El proyecto, que inició hace 10 años, busca no solo conservar el hábitat del oso andino, sino también educar a las generaciones más jóvenes sobre la importancia de la biodiversidad y la sostenibilidad ambiental.
La participación activa de los scouts ha sido clave en la regeneración de zonas afectadas por la deforestación y el impacto humano, especialmente en áreas donde el oso andino depende de especies vegetales como la achupalla, una planta crucial para su dieta.
Educación Ambiental: Clave para el Futuro
Una de las principales fortalezas de este proyecto es su enfoque en la educación ambiental. A lo largo de estos años, los scouts han desarrollado programas de formación que buscan involucrar a las comunidades locales, escuelas y otros jóvenes en la importancia de la biodiversidad. Los participantes aprenden sobre la ecología del oso andino, los desafíos que enfrenta y cómo sus acciones pueden hacer una diferencia en la conservación de este animal y su hábitat.
El proyecto ha logrado involucrar a cientos de jóvenes en actividades de campo, fortaleciendo el compromiso de las nuevas generaciones con el medio ambiente.
Con la finalidad de promover el desarrollo socioeconómico de las poblaciones locales con actividades compatibles con la conservación y desarrollo sustentable de la comunidad de la zona de Papallacta y en especial de Asoallpatur, se realizó la plantación con la comunidad, creando el Mirador del Oso Andino, lugar turístico y fuente de ingresos para los miembros de la Asociación.
Un Futuro Sostenible
Este proyecto de los scouts del Ecuador no solo ha demostrado ser una iniciativa de resiliencia ambiental, sino también un ejemplo de cómo los esfuerzos comunitarios pueden tener un impacto significativo en la conservación de especies en peligro. Con diez años de logros, el proyecto sigue creciendo, con la ambición de expandir las áreas protegidas de todas las provincias del Ecuador y continuar educando a más personas sobre la importancia de cuidar el medio ambiente.
A medida que el proyecto avanza, su enfoque en la reforestación, la protección del oso andino y la educación ambiental asegura que esta especie tenga una oportunidad de sobrevivir y prosperar en los ecosistemas andinos, preservando así la biodiversidad del Ecuador para las futuras generaciones.
Para concluir, el proyecto “Sembrando Futuro” de los Scouts del Ecuador es más que una iniciativa de reforestación; es un compromiso con la preservación de nuestro entorno y una inversión en el bienestar de las futuras generaciones. A lo largo de estos 10 años, cada árbol plantado no solo revitaliza los ecosistemas del oso andino, sino que también simboliza nuestra capacidad de resiliencia y adaptación frente a los desafíos ambientales.
Ahora, más que nunca, necesitamos unir fuerzas para enfrentar la crisis climática y proteger la biodiversidad. Invitamos a todas las personas, instituciones y comunidades ser parte activa de este movimiento.
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